30.3.09

Cena de clase 2.0


¿Esperábais una foto normal? ¿Eh? Pues no.
Esto es a 6 días de mi cumple, que ahora son 3.
En efecto, tuvo lugar la cena de clase, y fue bizarra. Después nos encontramos con mis amigos y se apuntaron a la fieshta, y así salen las fotos.

Tras llegar toodas las chicas a un tiempo (batimos el record, 14 tíos y 5 tías), esperamos a un chico que venía de ensayar (de cargar el santo, que dicen aquí... Ensayan para las procesiones de Semana Santa).

Después entramos, y milagrosamente, los géneros quedaron divididos por extraña coincidencia. Lo grande vino después.

Pedimos la cena, y una amiga y yo fuimos las primeras en tener la nuestra. Podéis ver con qué celo guardábamos las distancias entre ambas, como diciendo: Eh, el bocata es mío, ni te acerques.


Cuando terminamos de cenar, la gran mayoría no tenía aún el bocata. Habríamos esperado, pero habíamos entrenado y no habíamos merendado, y después de comer a las 3, una cena a las 11.15 no es para esperar. Con las cosas de comer, no se juega.

Después de que terminasen las otras chicas, empezamos a hablar del tema que, por aplastante mayoría, habrían tratado nuestros congéneres masculinos sin mucho conocimiento de causa. El sexo. ¿Imagináis a una chica que no ha tocado NADA en su vida escuchando las correrías eróticas de otras 4? Pues era una cara atónita y blanquinosa que parecía aterrada de lo que oía.

Cuando terminamos de cenar, fuimos a Kch, a echar un futbolín. Allí encontré a mis mosqueteros :D

La siguente foto es del Lado Oscuro de mi clase:

Después de Kch, fuimos al pub estrella del agujero inmundo que es mi pueblo: Aldabra.
Allí tuvo lugar la foto que habéis visto al comenzar.

Para sintetizar, os diré que llegué a las 3 a casa con un dolor de pies horrible y un dolor de mandíbulas y de estómago por reir que hacía tiempo que no tenía.

Hale, ya pasaré a escribir algo... cuando me inspire.

Forgiven Princess

26.3.09

Felicidades a Miguel y Ana


Porque los suyos van a ser unos papis excelentes, y ella será la niña más mimada de la blogosfera.

Porque, cuando dentro de 15 años los blogs se escriban no sabemos cómo, y Claudia decida empezar uno, yo le diré: Ay, pequeña, a tu edad empecé yo a construir mi reino.

Y porque Iago le enseñará aquellas cosas que Miguel tenga más reparo.

Porque crecerá viendo las flores de Bira.

Porque su papi le leerá los cuentos que le dediquemos nosotros, que somos unos ñoños todos aunque disimulemos, y se nos cae la babica con los bebés de otros bloggers.

Porque tendrá muchos tíos y tías de muchos sitios distintos. Y entonces podrá ver muchas realidades, y ser una niña que sepa de muchas cosas de muchos lugares.

Y porque es una monada de bebé, ¡ché!

Que nunca te quiten tus ideas, no te dejes llevar por las modas estúpidas, y piensa por ti misma. Habla con mesura y templanza (qué palabras tan grandes para ti, que tan solo eres un bebé,¿no, Claudia?), y no te dejes llevar por arrebatos de ira (aunque lo harás, como humana y española que eres). No pienses que el mundo es un camino de rosas, pero tampoco creas que serán todo espinas. La vida, como todo, tiene sus dos caras: la más bonita y dulce, como el amor, la amistad, la naturaleza y el arte. Y otra no tan bonita, como la guerra, las enfermedades, la mentira y la envidia.

No dejes que un dogma impuesto censure tus acciones. Si lo consideras todo bien, y argumentas tus razones de forma veraz, no debes temer la crítica ni los reproches. Eso no quiere decir que no te equivocarás. Lo harás, y mucho, y lo pasarás mal por esos errores. Pero serán tuyos, y de ellos aprenderás, que es lo importante. No dejes que vivan la vida por ti, ni vivas la vida por otros. Vive y deja vivir, como decía Pumba en el Rey León.

No importa como caigas, tan solo cómo te levantes. Debes saber que no siempre aquellos que parezcan más fiables lo serán en realidad, y que tal vez aquellos que te provocan males en un momento no lo hacen por eso, si no por tu bien. Como serás pequeña, no entenderás estas acciones, y las tomarás a mal. Te cabrearás con ellos, pero cuando crezcas más, verás en qué medida te han ayudado.

Y no caigas en la tentación del reggaeton. Por favor. Es un ruego de tu tía Forgiven :D
Jejeje, no. Tú desarrolla pasión por lo que más te guste. Deporte, lectura, dibujo, música... Tan solo tienes que encontrar qué es lo que te gusta, y pelear por ello. Si lo que haces lo haces con pasión, no debes temer equivocarte en esa decisión.


¡Felicidades, papás!

Mi cuento para la peque, para cuando cumpla 10 días. Es mi número.

Forgiven Princess

De la primavera y otros

"–De verdad que quiero un poco más de tiempo como humana –me incliné para acariciar su pecho desnudo. –Aún no he tenido suficiente.

Me dirigió una mirada dubitativa.

– ¿De esto? –pregunto, cogiendo mi mano y moviéndola hacia su bajo vientre.

– ¿El sexo ha sido la clave todo este tiempo? –Puso los ojos en blanco

– ¿Por qué no pensé en ello antes? –dijo sarcásticamente –Me hubiese ahorrado unas cuantas discusiones.

–Si, probablemente –reí.

–Eres demasiado humana –dijo otra vez.

–Lo sé."

Amanecer, Stephenie Meyer

No es mi culpa.

Es la puta primavera, con la mierda de las hormonas, el cambio de estación, y toda esa parafernalia de explosión natural, que me trastorna.

Yo no quiero, pero mi cerebro adolescente es un hervidero, una fiesta hormonal a la que está todo el mundo invitado. Y no ayuda que la gente pierda la ropa. Ni que te digan inocentemente: Anda, espólsame el culo, que llevo polvo.
Esas cosas no se le hacen a una. Porque después me revoluciono, y no mola.

Ay, hay cosas que, por mucho que quiera una, no cambian si no es con la edad.

En otro orden de cosas, os dejo un dibujo [porque sé que alguien me pidió una muestra de mis dotes dibujísticas, aunque no sé quién ni cuándo] y las notas, para que veáis que no estoy ausente por nada, ¿eh?





Forgiven Princess

19.3.09

Breve I



Rompe el cuerpo el alma nuestra
cuando, de forma tan inesperada,
el oculto y avieso frío penetra
en el corazón de la enamorada.


En aquel fugaz instante,
en el que su mirada
atravesó el cristal,
atravesó mi alma un frío puñal,
que la hiela de forma constante.

El tono de su voz melodiosa,
el ardor de su mirada candente,
el suave tacto de su piel sedosa...
Lo perdí todo para siempre.

Perdí mi corazón en una mirada,
ya que desde entonces
le pertenece
la pasión en mi pecho anidada.


Forgiven Princess

Gia

No sé por qué será, si la edad, el desconocimiento, o la pura y firme atracción que me produce Angelina Jolie, pero prácticamente todos sus papeles (quitando chorradas como Sr. y Sra. Smith) me parecen geniales.

El último que he descubierto, y que me ha fascinado tanto como su papel de Lisa Rowe en Inocencia Interrumpida (por el cual recibió un Oscar a la mejor actriz de reparto, si no recuerdo mal), es este: Gia Marie Carangi, en Gia.

Interpreta a la modelo del mismo nombre que su personaje, cuya vida fue, cuanto menos, intensa. Vivió rápido, murió joven, y procuró que su cadáver fuese bien maquillado para que se la recordase hermosa, como era, como fue.

Vida y muerte.

Energía y paz.

Aunque hoy me detengo, ha valido la pena.

Los tremendos errores que haya cometido, y que habría rectificado de haber podido.

Los dolores que me han quemado y arañado el alma. Han valido la pena, porque se me permitió caminar por donde caminé.

Por el infierno en la Tierra.

Por el Cielo en la Tierra. Otra vez, atrás, dentro, debajo, lejos, entre, a través, en y encima.

"... heaven on earth
back again
into
under
far in between
through it
in it
and above..."

From the journal of
GIA MARIE CARANGI
1960-1986

Forgiven Princess

16.3.09

Telegrama del Reino

Voy a entrenar stop luego actualizo si puedo y me acuerdo stop siento ser una petarda y volver y luego no volver stop

Forgiven Princess stop

7.3.09

Quién fuera princesa Disney...

Príncipe Adam (la Bestia), de La bella y la bestia.
Will Turner, de Piratas del Caribe.
Thomas, de Pocahontas.
Tarzán.
Sikta, de Hermano Oso.
Shang, de Mulán.
Príncipe Felipe, de La bella durmiente.
Príncipe Eric, de La sirenita.
El Capitán Febo, de El jorobado de Nôtre -Dame.
Milo J. Thatch, de Atlantis
Kocoum, de Pocahontas.
John Smith, de Pocahontas.
John Henry, de Leyendas Americanas (American Legends).
Jim Hawkins, de El planeta del tesoro.
Hércules.
David, de Lilo y Stitch.
Aladdín.

Todos ellos son obra de David Kawena.

Y, visto lo visto, ¿quién dice NO a ser princesa Disney ahora?¿eh?

Incluso podrás ser su princés, en lugar de su princesa, porque según me pareció entender, el autor los dibujó como tributo a los "chicos guapos" de Disney. Uno de ellos (de los ''héroes'') fue el primer hombre que lo atrajo.

Además, en estos días de república predominante en la gran mayoría de estados, en los que ya da igual si eres cura y tienes una mansión que asusta, en los que cada vez se mira menos con quién anda cada uno (a no ser que seas famoso, entonces la cagaste) [gracias al cielo], ¿por qué no unos príncipes Disney gays? A mí Felipe, por ejemplo, me parece muuuy gay. No sé, la cara, será...

Lo cierto es que los dibujos están curradísimos. Quizás menos las orejas, que hay algunas con una forma un poco... Rarita, como las de Hércules.

Btw, para admirar el talentazo del autor, sirven de mucho, ¿no creéis?

Forgiven Princess

¿Ya has llegado a casa? (inicio y parte I [traducción])


Roger y Laia estaban en la estación desde hacía más de una hora, y estaban aburridos y cansados de esperar a SD4.

Se habían ido de casa pronto, llevándose las mochilas bien surtidas de comida, con la excusa de que se iban de excursión con el colegio; pero, cuando llegaron a la estación, comprobaron preocupados que su amiga no estaba.

Ahora ya habían jugado a todos los juegos que recordaban: a los chinos, a barquitos, a números. Se habían comido un montón de bocatas, e incluso habían optado por contemplar los viajeros que caminaban por la estación con la esperanza de descubrir a SD4.

De golpe Roger saltó del asiento y abrió los ojos como platos señalando un coche. Era un taxi con unos baúles inmensos atados a la baca que se había detenido frente a la estación. Por la puerta de detrás había bajado una viejecita venerable que estaba pagando al conductor.

-
No puede ser- murmuró Laia.


Por la puerta de delante salía SD4, con una venda en el brazo derecho, y aguantándole la puerta había un hombre muy grande, con el pelo rapado y los ojos claros. Por el cuello le asomaba un triángulo negro girado, que seguramente pertenecía a un tatuaje más grande. Parecía del norte, como si fuera alemán o sueco, pero no francés o inglés.

La viejecita tenía también la piel muy clara, igual que los ojos, que eran de un azul profundo y penetrante.

Los habían visto antes, pero se soprendieron al darse cuenta de que, aquella misma mañana, los habían visto adentrarse en un barrio famoso de la ciudad por los numerosos neonazis que vivían allí y se reunían en sus establecimientos. ¿Y si ellos también eran fascistas?

Laia no quería ponerse a suponer lo peor.

SD4 se llamaba en realidad Ana.Era una chica española, pero sus padres y sus abuelos eran judíos de Polonia, que no sabían muy bien cómo, habían conseguido salir con vida de los campos de concentración de Auschwitz. De hecho, a su amiga la llamaban SD4 porque era la parcela donde sus familiares aguardaron la venida de la muerte durante meses y meses de sufrimiento por sus vidas.

c

-Roger, joder, ¿qué hace SD4 con esos dos? Y, por Dios, deja ya de señalarlos.

- L... Laia, de verdad que no lo sé, pero no me gusta nada el tío, y la abuela me da miedo. ¿Qué llevarán en los baúles?

- No tengo ni idea. Voy a llamar a SD4, no me hace gracia todo esto.

Laia se alejó de donde estaban sentados Roger y ella, y cuando el teléfono daba señal, giró la cabeza para ver el extraño grupo del que Ana formaba parte. De pronto, vio al gigantesco norteño meterle la mano en el bolsillo a su amiga, y lanzar su móvil a la fuente que había frente a la estación.

El taxista y el alemán estaban descargando los misteriosos baúles cuando el taxista tropezó y cayó al suelo, y con él el pesado baúl que llevaba en las manos. Su contenido se escampó delante de ellos. Libros con una cruz gamada, brazales rocos con círculos blancos, estrellas de David cosidas a brazales azules, y un montón de papeles revoloteando delante del airado alemán (a Laia no le hacían falta más pruebas de que el hombre era hijo de Alemania y de su último Führer, Adolf Hitler).

Tenía tantas ganas de saber más, de conocer la historia de los papeles, los libros y los brazales, que no se había dado cuenta de que la señora la observaba, y tampoco vio a Roger acercarse a ella.

El chico la cogió por los hombros y se la llevó a la cafetería más cercana.

Ya en el café, no se sentaron en una mesa, porque Roger continuó caminando hacia la otra entrada del café, la que se abría a la calle.

Cuando salieron no dijo mucho, sólamente:

- Mierda, mierda Laia, espérame aquí, nos vamos de la estación. No te vayas, por favor...- Y entró de nuevo en el café, maldiciendo en voz baja.

Salió dos minutos más tarde y, cogiendo del brazo a su amiga que aún estaba confundida, comenzó a caminar rápido. Cuando llevaban un rato, Laia tiró del brazo de Roger y lo paró.

- Eh, para tío, para. Ya estamos bastante lejos de la estación. Hablemos de lo que hemos visto allí.

- No, no quiero hablar. Quiero llegar a un sitio seguro y darme un baño. Me da igual si es una pensión o el Palacio Real de Su Majestad el Rey. ¿Me comprendes, me ha entendido bien?

- Sí, te he comprendido perfectamente. No me grites, hombre, no ha sido culpa mía. Estoy preocupada por SD4 y por los nazis estos... ¿Tú no?

-Pues claro, estoy cagado con todo esto. Por ese motivo no podemos pararnos, ¿no lo ves?

Después de unos minutos peleándose con Laia, Roger accedió a pararse un rato y comerse un bocata. Pero, cuando no llevaban ni medio bocadillo, apareció un Rolls-Royce negro antiguo que se acercaba muy rápido, y cuando vió al gigante nazi, se lanzó sobre Laia y cayeron en un parterre lleno de plantas grandes.

Cubrió la boca de la chica y, temblando en silencio, pasaron un largo rato imaginándose lo peor.

Cuando salieron no había rastro del coche ni del gigante, tan solo un sudor frío y pegajoso en sus frentes.

- Ya está bien. Conozco, a tres calles de aquí, una pequeña pensión de un amigo de mi padre. Él nos esconderá.

- Pues, venga, vamos deprisa.

Cogieron las mochilas y se fueron al hostal del amigo del padre de Roger.

Después de una ducha y una buena siesta, los jóvenes comenzaron a hablar:

- Bueno, ¿has hablado con SD4?

- Qué va... El nazi ha lanzado el teléfono a la fuente.

- Mierda... Tía, no me gusta nada todo esto de los fascistas. SD4 es judía, ellos son nazis... Dos y dos, cuatro.

- Tío... No creo... O, tal vez... ¿Quieres que investiguemos qué pasa?

- La verdad es que me da miedo, pero quiero mucho a SD4 como para dejarla sola con la parejita antisemita.

-Bien, pues... Pensemos cómo lo hacemos para investigar sin que se den cuenta....


Forgiven Princess

6.3.09

300! (interactivo)

A parte de ser una excelente película de Zack Snyder, y un cómic genial de Frank Miller, "300" es el número de post que el anterior a este hacen :D!

A lo largo de todos esos post, que han tratado muuuchos temas, me he dado cuenta de algo. No todo está tratado, y desde que me percaté de ello, me carcome por dentro y me corroe la mente.

¿Qué falta por tratar en este blog? ¿Cambiaríais algo del diseño? ¿Cómo preferís el post? Se aceptan sugerencias y críticas constructivas para mejorar este vuestro reino.

Forgiven Princess (¡a por los 400!)


P.D. Soy libre de, una vez tenga las sugerencias, usarlas o no. Lo digo porque es algo que ya sabéis, cada uno hace con su blog lo que quiere, jajaja.

Manifiesto de clase

En honor al Día de la Mujer Trabajadora, mi clase se vio obligada a hacer un manifiesto sobre el mismo. Así que ellos dijeron sus chorradas, y yo maquillé un poco las cosas. Esta mañana lo hemos leído en megafonía, y aquí lo tenéis:

Un hombre sabio dijo una vez: "las mujeres son como las bolsitas de té: ponlas en agua caliente y se harán más fuertes".

Nos parece justo que, por su papel en la familia y en la sociedad, por los años de sumisión y de desventaja, se celebre este día en honor de las mujeres.

El origen de la celebración es la quema de la Cotton Textile Factory . En Nueva Cork en 1857, 130 mujeres asaltan dicha fábrica y la queman como protesta por la opresión masculina.

Durante siglos, el papel de la mujer en la sociedad ha sido poco menos que ser esclava de su padre y, más tarde, de su marido. En compensación a esta sumisión silenciosa frente al hombre, vemos lógica la celebración del Día de la Mujer Trabajadora.

Hay algunas culturas que, aún hoy día, consideran que la mujer vale la mitad que el hombre, que es una posesión de su padre y su marido, que es impura y no merece lo mismo.

El papel de la mujer en la sociedad a lo largo de la historia ha evolucionado de manera sorprendente. Hoy día, en los países occidentales, la mujer es tan privilegiada como el hombre, y tiene tantos derechos como él.

El papel de soportar la carga familia de hijos y ancianos ha sido siempre de la mujer, y desde hace unas décadas, también parte de la responsabilidad económica de la familia recae sobre ella. Estas súper mujeres, que pelean día a día en un mundo que aún es reticente a la igualdad entre hombres y mujeres, no piden nada a cambio de su lucha, mas que el respeto y la completa y total igualdad social.

Como conclusión, queremos señalar que nos parece realmente triste que, por culpa de los dogmas y las creencias erróneas, hoy día sea preciso celebrar estos “días de”. Deseamos que llegue la fecha en la que no sean necesarias estas celebraciones conmemorativas, porque dicha igualdad sea ya una realidad y no solamente una preciosa utopía.

1º Bachillerato B

Curso 2008-2009


Forgiven Princess

3.3.09

Ja has tornat a casa? (inicio y I)


En Roger i la Laia eren a l'estació des de feia més d'una hora i estaven avorrits i pansits d'esperar SD4.

Havien marxat de casa de bon matí enduent-se les motxilles ben atapeïdes de menjar, amb l'excusa que anaven d'excursió amb l'escola; però quan van arribar a l'estació van comprovar preocupats que la seva amiga no hi era.

A hores d'ara ja havien jugat a tots els jocs que recordaven: als xinos, a vaixells, a la riereta, a números. S'havien cruspit la tira d'entrepans i al final havien optat per contemplar els viatgers que caminaven amunt i avall amb l'esperança de descobrir SD4.

De sobte en Roger va fer un bot i va obrir uns ulls com unes taronges tot assenyalant un cotxe. Era un taxi amb uns baguls immensos lligats a la baca que s'havia aturat davant de l'estació. Per la portella del darrere havia baixat una velleta venerable que estava pagant al conductor.

- No pot ser- va mormolar la Laia.


Per la portella del davant eixia SD4, amb una bena al braç dret, i aguantant-li la portella hi havia un home molt gran, amb els cabells rapats i els ulls clars. Pel bescoll li asomava un triangle negre tort, que de segur pertanyia a un altre tatuatge més gran. Semblava nordeny, com si fos alemany o suec, però no pas francés o anglés.


La velleta també tenia la pell molt clara, igual que els ulls que eren d’un blau profund i penetrant.

Els havien vist abans, però es van sorprendre en adonar-se que, aquell mateix matí, els havien vist endinsar-se a un barri de la ciutat famós pels nombrosos neonazis que hi vivien i que es reunien als seus estableiments. I si ells també eren feixistes?

Laia no volia posar-se a suposar el pitjor.


SD4 es deia en realitat Anna. Era una noia espanyola, però els seus pares i els seus avis eren jueus de Polònia, que no sabien ben bé com, havien aconseguit sortir amb vida dels camps de concentració d’Auschwitz. De fet, a la seua amiga li deien SD4 perquè era la parcel·la on els seus familiars van aguardar la vinguda de la mort durant mesos i mesos de sofriment i de patir per la seua vida.

- Roger, merda, què fa la SD4 amb aquests dos? I, per Déu, deixa ja d’assenyalar-los.

- L... Laia, de veres que no ho se, però no m’agrada gens ni mica el paio, i la iaia em dóna por. Què hi portaran, als baguls?

- No tinc ni idea. Vaig a cridar a SD4, no em fa gràcia tot això.

Laia va allunyar-se d’on eren asseguts ella i en Roger, i quan el telèfon li donava senyal, va girar el cap per a veure l’estrany grup del que Ana formava part. De sobte, va veure al gegantí nordeny ficar-li la mà a la butxaca a la seua amiga, i va llançar el mòbil de la noia a la font que hi havia en front de l’estació.


El taxista i l’alemany estaven descarregant els misteriosos baguls quan el taxista va esvarar i va caure al terra, i amb ell el pesat bagul que portava a les mans. El seu contingut va escampar-se davant d’ells. Llibres amb una creu gammada, braçals rojos amb cercles blancs, estels de David cossides als braçals blaus, i un munt de papers voletejaven davant de l’airat alemany (a la Laia no li feien falta més proves que l’home era fill d’Alemanya i del seu darrer Führer, Adolf Hitler).


En tenia tantes ganes de saber més, de conéixer la història dels papers, els llibres i els braçals, que no s’havia adonat que la velleta l’observava, i fins i tot no va veure a Roger apropant-se a ella.


El noi va agafar-la pels muscles i se la va portar a la cafeteria més propera.

Ja dins, no es van aseure a una taula, perquè en Roger continuà caminant cap a l’altra entrada al café, la que s’obria al carrer.

Quan van sortir no va dir molt, tan sols:

- Merda, merda Laia, guaita’m ací, ens anem de l’estació. No et vagis, si us plau. – I va tornar al cafè, maleint en veu baixa.

Va sortir dos minuts més tard, i agafant del braç a la seua amiga que encara estava confosa, va començar a caminar ràpid. Quan portaven una estona, la Laia va tirar del braç d’en Roger i va aturar-lo.

- Eh, atura’t home, atura’t. Ja hi som prou lluny de l’estació. Parlem del que hem vist enllà.

- No, no vull parlar-ne. Vull arribar a un lloc segur i prendre un bany. Em dóna el mateix si és una pensió o el Palau Reial de Sa Majestat el Rei. Em comprens, noia, m’has comprés bé?

- Sí, t’he comprés perfectament. No em crides, home, no ha sigut la meua culpa. Estic preocupada per SD4, i pels nazis aquests... Tu no?

- Es clar, estic escagarrit amb tot això. Per aquest motiu no podem aturar-nos, no ho veus?

Després d’uns minuts barallant-se amb la Laia, Roger va accedir a aturar-se una estona i menjar-se un entrepà. Però, encara no portaven menjat mig entrepà, va aparèixer un Rolls-Royce negre antic que s’apropava molt ràpid, i quan va veure al gegant nazi, llançar-se damunt la Laia i van caure a un parterre ple de plantes grans.


Va cobrir la boca de la noia i, tremolant en silenci, van passar una llarga estona imaginant-se el pitjor.

Quan van sortir no hi havia cap rastre del cotxe ni del gegant, tan sols una suor freda i apegalosa als seus fronts.

- Ja n’hi ha prou. Conec, a tres carrers d’ací, una petita pensió d’un amic de mon pare. Ell ens amagarà.

- Doncs, vinga, anem-hi de presa.

Van agafar les motxilles i van anar-se’n a l’hostal de l’amic del pare de Roger.

Després d’una dutxa i una bona migdiada, els joves van començar a parlar:

- Bé, has parlat amb SD4?

- Que va... El nazi ha llançat el telèfon a la font.

- Merda... Nena, no m’agrada gens tot açò dels feixistes. La SD4 és jueva, ells son nazis... Dos i dos, quatre.

- Noi... no crec... O, tal volta... Vols que investiguem què passa?

- La veritat és que em dóna por, però m’estime molt a SD4 com per a deixar-la a soles amb la parelleta antisemita.

- Bé, doncs... Pensem com ens ho farem per a investigar sense que se n’adonen ells...

Un día de estos, alrededor del 16 de marzo, publicaré la segunda parte. La parte en rojo es obra de Maite Carranza, un fragmento de su libro Ostres tú, quin cacau.

Por cierto, si queréis, la cuelgo en castellano también...

Forgiven Princess

Ya era hora...



Digo yo que ya era hora de que el Calderón llorase de emoción, ¿no?

Han pasado unos días desde entonces, peeero... Dedicado a Miguel, a Ksiqno y a Lara Vergara, los atléticos lectores de este blog...

En el video, todos los goles, e intentos fallidos, del partido. Si queréis disfrutarlo más, poned We are the champions y silenciad al petardo de La Sexta.

Forgiven Princess

2.3.09

El niño y la lluvia (II)


- C-can you help me??

El niño seguía tembloroso y expectativo, aguardando la respuesta de la joven que, anonadada, miraba y remiraba a aquél chiquillo que se había colado en su coche mientras dormía plácidamente.

- Yes, but... What do you need?

Tras las primeras frases difíciles de comprender por el tartamudeo y el profundo acento irlandés del crío, Lena consiguió deducir qué era lo que el muchacho quería.

Charlie, así se llamaba, necesitaba urgentemente una muda seca y algo de comer. Según le había contado, estaba vagando por la zona desde que escapó de un edificio que, tal y como lo describió, parecía una cárcel más que un orfanato.

¿Por qué estás aquí, qué ha sido de tus padres? Charlie no supo contestar a las preguntas de la joven.

Esta se quitó la camisa, y quedando en camiseta de tirantes, desnudó al niño, lo secó con un trapo que tenía por la guantera y le colocó la camisa. Arrancó el coche y puso en marcha la calefacción del mismo.

Tras unos minutos el ambiente se había caldeado, y una sonrisa de tranquilidad en la cara del chiquillo transmitieron cierta felicidad a Lena.

- Would you come to my place, Charlie? I'll give you some bread and milk, and whatever you want if I've got it.
- Let's go, Lena, please.

Puso dirección a casa, y tras un largo camino en el cual ambos cantaron canciones de los Beatles, llegaron.

Allí no llovía, y ya estaba entrando en noche cerrada. Bajó del coche para abrir la puerta de casa con las escasas pertenencias de Charlie en las manos. Hacía frío.

-Stay here, I'll come back in two minutes. Please, don't leave the car, ok?

Corrió dentro, buscó una manta gruesa en el armario y salió a por el muchacho. Lo envolvió con cuidado y, tomándolo, lo llevó directamente al baño.

Allí lo lavó, lo secó y le puso un pijama de su sobrino que tenía por casa. Tiró a la basura la raída ropa que el muchacho llevaba consigo cuando lo halló en el coche, o cuando él la encontró a ella.

Encendió la calefacción y, tras acomodar al niño en el sofá viendo una película de dibujos del hijo de su hermana, preparó chocolate caliente y un plato con unas cuantas galletas y bollería. Lo llevó todo a la mesa del salón, y allí, sentado y en silencio, Charlie devoró con avidez aquello que Lena le ofrecía. La silenciosa gratitud del muchacho se tradujo en un abrazo mientras terminaban de ver juntos la película.

Preparó la habitación de invitados, y llevó en brazos al niño, que ya dormitaba en el sofá.

Pasó el tiempo, nadie echó de menos al pequeño Charlie, y Lena decidió presentar la solicitud de adopción.

Tras los largos meses de trámites, Charlie y Lena formaban parte de una bonita y joven familia de dos. No fue siempre fácil, no siempre fue risa, pero siempre lograban encontrar la parte positiva de todo, y al final, arreglar las diferencias con una taza de chocolate y un trozo de bizcocho.

Forgiven Princess


A Bira en un día complicado :D