7.10.08
Kei y Shinji (II)
Durante el resto de clases del día Shinji temió que Kei dijese algo sobre él al resto en un arrebato.
Sabía que esto era prácticamente imposible, Kei jamás hablaba con nadie si no era estrictamente necesario, pero él temía igualmente que se pudiera saber algo sobre su homosexualidad.
Había pasado años ocultándolo, y creía haber encontrado la coraza perfecta, y en menos de un segundo, tiró todo el trabajo de ocultismo de años por la borda, por culpa de un despiste. Pero aquellos ojos le habían invitado a confesar, y habría confesado ser el diablo en persona si ellos se lo hubieran pedido.
¿Se había enamorado de un imposible?
Pasó una semana, y durante esa semana Kei no acudió a clase ni se acercó al instituto. No llamó a nadie para pedir los apuntes ni las tareas pendientes. Shinji se había olvidado prácticamente del incidente de aquel recreo cuando lo vio entrar por la puerta de clase. Llevaba los pantalones desgastados que traía puestos el primer día de clase, y también su camiseta del número IV.
También llevaba una herida con puntos en la frente, un labio partido y un moretón en el mentón. Shinji pasó todas las clases inexplicablemente alterado y, en cuanto sonó el comienzo del recreo, se deshizo con una tonta excusa de sus amigos y corrió al lateral del instituto. Allí estaba Kei.
Tenía la cara hundida entre las rodillas, como los niños pequeños cuando tienen miedo, y un cigarro encendido en la mano izquierda. Parecía respirar de una forma un tanto inusual, alterada. Estaba llorando, algo que Shinji percibió en cuanto dio un paso más.
- Eh, ¿qué te ha pasado? ¿qué te pasa?
- No, nada... No es nada.
- Sí, sí lo es. Estás llorando, y tienes la cara hecha un cuadro.
- Pues no te quieras imaginar el resto.
Entonces Shinji percibió más moretones en los brazos, señales de que había intentado escapar de una férrea prisión en forma de brazos de adolescente vigoréxico.
- Cuéntame qué te ha pasado, por favor...
- Bien, me pegaron. La semana pasada, al salir de clase. Por eso no he venido. ¿Contento? - contestó ariscamente Kei-.
- Lo siento, tío, no te pongas así... ¿Y por qué lloras ahora? ¿Te duele?
- No.
- Déjame acompañarte a la enfermería, allí te...
- ¡He dicho que no me duele, joder! Deja de intentar ayudarme.
- Me niego a dejarte aquí llorando sin saber por qué lo haces.
- Lloro por el motivo por el que me pegaron.
- ¿Y es...?
En ese momento, Kei lo besó. Lo besó dulce y lentamente, con los ojos abiertos, al igual que Shinji. Los ojos de este eran de un gris un tanto extraño, y mientras lo besaba hundía sus manos entre su rubio cabello. Shinji estaba perplejo por la extraña situación que acababa de vivir, y no sabía cómo reaccionar ante ella.
- Yo también lo soy, y me pegaron cuando me había reunido con mi ex para intentar que me dejase en paz. Sigue enamorado de mí, pero yo pienso en otra persona... -Y mientras decía estas palabras clavó sus intensos ojos en los de su compañero-. Nos pegaron a los dos, y él salió peor parado que yo. Está en el hospital, con una fractura de cráneo.
- ¿Cómo os pegaron?
- Eran unos 8, portaban símbolos nazis en tatuajes y en parches puestos en la ropa, y un par de ellos llevaban bate de béisbol. El que me pegó en la cara lo hizo con un puño americano. Jamás olvidaré el tacto del metal contra mi piel, y el lacerante dolor que le seguía siempre, siempre...
Y comenzó a llorar de nuevo. Shinji abrazó cuidadosamente a Kei, y mientras le acariciaba el pelo le susurraba dulces palabras de apoyo y de ánimo. Y así, abrazados, permanecieron hasta la vuelta a clase.
A sabiendas de que sus compañeros preguntarían si iban juntos, Shinji salió primero y fue corriendo a clase, donde 10 minutos más tarde entró Kei.
Forgiven Princess
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
ais! acabaré mordiéndome los dedos... que ya no me queda uña...jejeje..
Se pone el tema dramático...
Chan chan!..que pasará?
Me tienes enganchada...que lo sepazzzz ^^
Besotes ^^
Luna:
No, si ahora viene la parte medio bonita... Ñejñejñej xD
Un besote!!
Joder, esto si que no me lo esperaba jajaja, está la historia super emocionante, no me podía ni imaginar que acabarían liados, no nos tengas mucho tiempo en ascuas. Besos
David:
Jajaja.
Lo siento, prometo actualizar pronto :)
Besos!
Publicar un comentario