1.10.08

Y respiras


Nadas rápido, fuerte. Te duelen los ojos por las sales que contiene el agua. Notas cómo el frío te envuelve y se come lentamente tu calor corporal. Y llegas a la meta casi sin aire, pensando que ya no puedes más.
Y al salir respiras, y te sientes mejor.

Un sudor pegajoso y frío te perla la frente y te humedece las manos. Notas un escalofrío que activa tu columna como un resorte, y te hace erguirte momentáneamente para después volver a adoptar una postura encorvada y afligida. Te preparas mentalmente el falso discurso que soltarás para incriminar a otro con tus culpas.
Y lo dices, y al terminar, te duele el cerebro por los puñetazos que tu conciencia le propina.
Y respiras para olvidarlo.

"Ups, ¡olvidé que el examen era hoy!" Te repites a ti mismo. Intentas convencer al profesor de que lo cambie, pero es un esfuerzo vano. Él reparte los folios y las preguntas, y con manos temblorosas coges estas últimas y las lees. Poco a poco te recuerdas que has ido a clase los últimos meses, y que esto y aquello él lo explicó ese día...
Y mientras respiras, destapas un bolígrafo y comienzas a escribir.

Faltan menos de 10 minutos para que todo empiece. Para que olvides quién eres, para que mueras y renazcas siendo otro. Faltan menos de 10 minutos, y tú corres por el pasillo de los camerinos. Disimuladamente te asomas por la puerta lateral que da al patio de butacas, y allí lo ves. Todo lleno. TODO. No cabe un alfiler. Dentro de ti surgen instantáneamente sentimientos opuestos. Estás muy orgullosa, toda esa gente verá tu renacimiento. Estás nerviosa, porque ansías saber con certeza que no fallarás en nada, pero nunca se tiene la seguridad total. Y otros sentimientos más surgen. Ella no estaba allí, donde dijo que estaría. Entonces confías en que esté en otro sitio porque ese ya estaba ocupado... O deseas creerlo. Porque también sientes la inseguridad de si realmente estará en este teatro, esperando por verte actuar como prometió. Y vas al escenario, te sitúas, te centras.
Y respiras, y se abre el telón, y mueres para renacer convertida en otra.
The show musts go on.

Alguien te cuenta un rumor sobre ti que corre por ahí desde hace tiempo. Primero sientes el impulso de llorar, gritar o golpear algo o a alguien. Pero lo piensas mejor, y con una mano apoyada sobre el brazo de tu interlocutor, te descojonas.
Y al parar, mientras respiras hondo, tus ojos brillan por la victoria.

Has pasado la tarde con él. En el viejo cine, donde nadie os miraba, en aquel rincón de la fila 13, os abrazábais como si fuera lo último que deseárais hacer en este mundo. Cada beso hacía que la muerte de una estrella fuera un juego de niños.
Y al salir, os dirigíais a un parque repleto de frondosos y viejos árboles. Paseábais por sus caminos de arena, rodeábais fuentes mientras vuestros brazos rodean la cintura del otro. Y allí, en la intimidad del final del parque, observábais el anochecer con la melodía del cauce del río frente a vosotros.
En su coche cantábais a coro canciones de Metallica, hasta que llegásteis a tu casa. Y allí, con más besos incendiarios, os despedís. Entras en tu pequeño apartamento, cierras la puerta, apoyas tu espalda contra ella...

Y respiras.

Forgiven Princess

6 comentarios:

LaLocadelMoño dijo...

Me ha gustado tu post, es super intenso, como tú.
Besucos!

Forgiven Princess dijo...

Weblara:
Muchas gracias por la parte que me toca.
Realmente estas sensaciones son las que te hacen sentir vivo... Como el respirar.

Luna dijo...

jo..lo iba leyendo y era como ver una peli, retazos de momentos...flash back....
Genial...
Respira si...respira...

Baci!

Forgiven Princess dijo...

Luna:
Es en estos momentos cuando apreciamos las cosas más pequeñas, las que nos rodean todo el tiempo e ignoramos constantemente.
Gracias!
Un besazo!

BIRA dijo...

Nunca dejas de sorprenderme. Te lo habrán dicho mil veces, y siento repetírtelo, pero es que es cierto: estás muy por encima de todo, Princess, y leer lo que sale de tu joven mente me deja atónita (y sin respiración) la mayoría de las veces.

Besos

Forgiven Princess dijo...

Bira:
Espero no dejar de hacerlo nunca ^^
Realmente nunca me habían dicho que estoy por encima de todo, y tampoco creo que sea cierto. Simplemente, me impongo menos límites que el resto. Soy más libre dentro de mi prisión mental.
¿Entiendo entonces que te ha gustado?
Me alegro ^^
Un besote!