29.9.08

Jamás me callarán


Acepto no ser igual que la gente.
Lo acepto gustosa. La gente me da asco. La gente, no las personas. Es distinto.

La gente es ese cúmulo de humanos y pseudohumanos que piensa igual, en gris. Es triste que una persona piense gris, porque nunca matiza qué gris es. Además la gente viste igual, viste lo mismo. Mismas camisetas, mismos pantalones y zapatos. La gente oye lo mismo, enciende la radio y no sabe qué oye, porque no escucha. La gente, además, compra lo mismo y viaja a los mismos sitios. Va a los mismos garitos y acepta lo mismo que el resto de gente, porque ya os lo dije, piensa igual.

Las personas no. Las personas piensan gris, pero matizan si es gris humo, gris perla, gris lila o gris plateado. Incluso algunos piensan negro o blanco, pero esos casi también son gente, porque nunca radicarán ni un poquito del blanco o del negro.

Las personas pueden vestir cosas que viste la gente, pero las personalizan. Combinan cosas distintas, sin miedo a que alguien les diga que ese pantalón va horrible con esa camiseta. "A mí qué?" contestarán las personas. La gente correrá a casa a conjuntarse con el resto de gente, para no sobresalir, o para ser más parecida y menos rara.

Y las personas escuchan lo que quieren, no lo que les ponen. Que me ponen reggaeton, contrarresto con Welcome to the jungle. Que me ponen tontipop, un solo de jazz calentará sus heladas neuronas.

Las personas eligen el lugar de sus viajes por el lugar, no por la gente que va, y no compra lo mismo porque lo compre la mayoría. La mayoría puede estar equivocada, frente al pensamiento generalizado de que lo que piensa la mayoría es lo cierto y lo correcto (pregúntenle si no a aquel sabio que en el s.XV fue encerrado en su casa por decir que la Tierra era redonda).

Las personas van a los garitos que les gustan, no a los que están petados. No se divierten más porque no tienes espacio para respirar sin comerte el pelo de otro. Se divierten porque les gusta ese ambiente, esas personas que los acompañan, esa bebida X que solo puede comprar allí.

Y ahora la gente intenta silenciar la voz de una persona. La voz de una ''rara''. Y sepa la gente que jamás me callará. Pues seré rara, pero mi rareza me hace única. Y el ser único significa ser exclusivo.

Ser exclusivo es algo que hoy por hoy está mal y sobrevalorado por la gente. Mal valorado porque no saben que la exclusividad no la dan estos pendientes o este bolso, ni este trabajo. La da esta mente, estas ideas o este proyecto. Y sobrevalorado porque al estar mal valorado, al tener ese concepto erróneo de que exclusividad es algo superficial y simple, la gente superficial y simple desea ser superficial y simplemente exclusiva. No sé si me explico, si no lo comprendéis me lo decís.

Bueno, que me lío. Jamás me callarán, porque mientras mi corazón lata y mi cerebro reciba sangre, oxígeno y glucosa seguiré pensando. Tal vez pareceré callada, tal vez creerán haber vencido, pero en eso radica el poder de nuestras mentes. Solo nosotros somos dueños de lo que pensamos, aunque no queramos aceptar tamaña responsabilidad.

Por ello, yo que sí quiero ser dueña de lo que pienso, y que de hecho lo soy, seguiré hablando, pensando y escribiendo. Tal vez no en un best seller, tal vez no en un periódico o un blog, tal vez ni siquiera lo haga en un folio. Pero siempre escribiré en el libro más poderoso de la historia, el libro más libre y más complejo que jamás se pudiese escribir, el libro más amplio y completo. La mente de una persona.

Mis historias, mis ideas e ideales, mis relatos, mis opiniones... Siempre, siempre estarán grabadas en mi mente. Y ese es un libro que no estoy dispuesta a dejar de escribir. Porque el poder de expresión, de pensamiento, es la más poderosa arma que jamás unas manos puedan empuñar.

Forgiven Princess

7 comentarios:

Luna dijo...

..y de tras un segundo de silencio... una gran ovación en la sala....



Ooooooooole tú!


^^

Forgiven Princess dijo...

Luna:
Y ole tú y todas las personas!!! ^^
Qué grande xD
Un besazo!

Trepamuros dijo...

No he leído este post aún, así que no pongo nada sobre él. En cuanto a la película de Wanted... los siento pero discrepo contigo, la he visto y me ha parecido una basura (por usar un término suave) y no la compares con El Club De La Lucha porque eso sí es un peliculón y nada tiene que ver... ¡sacrilegio!. Jajajajajaj. Pero tranquila, que cada cual tiene su gusto y además entiendo que te haya gustado porque me parece que eres jovencita y este tipo de pelis siempre gustan a tu edad. Yo es que ya soy un pelín crítico exigente con según qué cosas. Un saludo.

Trepamuros dijo...

Ahora sí. Estoy de acuerdo contigo, pero también es verdad que al final todos pecamos en algún momento u otro de seguir a la masa o pesar como la mayoría o vestír iguales. Incluso los más "raros", como por ejemplo los emmos o como los llamen presumen mucho de exclusividad y pensamiento propio y libre y sin embargo visten todos iguales entre ellos y piensan de la misma manera. Nadie es totalmente exclusivo, porque entonces no andaría con nadie e iría solo por la vida consigo mismo. Todos nos dejamos influenciar, algunos de manera consciente y otros inconscientes. Pero oye, un punto a tu favor que no te guste el reggetón y el tontopop (como tú dices), que a tu edad es cierto que todos escuchan lo mismo, hablan igual, piensan igual y visten igual. Puedes estar segura que tienen tu propia identidad más definida que muchas personas de tu edad e incluso más adultas y se nota que tienes pensamientos maduros y coherentes. Enhorabuena, eres única, pero no la única. Jajajaja, menudo galimatías me he montado solito.

Forgiven Princess dijo...

Trepamuros:
Jajajaja, bueno, ya te contesté en tu blog. De todas formas, no juzgues mi gusto por mi edad. Creo que de sobra he demostrado que mi mente no equivale a la de una chica de mi edad, y mucho menos mis gustos.
Simplemente me gustó. No digo que sea una obra maestra, no es una película que veré dos veces, pero no es taaaaaan mala. Es, simplemente, otra película de acción más.
Un beso!

Trepamuros II:
Los emos no son ni gente, son escoria. Nos atiborran la cabeza con frases sobre que no desean vivir, nos amargan la existencia al resto, y son tan cobardes de no cumplir sus deseos.
Una cosa es que nos dejemos influenciar, otra muy distinta es no tener un pensamiento crítico, unos ideales en los que basarte para tomar decisiones, un criterio propio para elegir qué te gusta y qué detestas.
Eso es la gente. Una masa informe y gris.
De todas formas, si bien pretendo ser única, deseo ardientemente no ser la única, estate seguro de ello.
Besos!

BIRA dijo...

Me has recordado muchas cosas de mí... hace muchos años. SAbes? me ha venido una viñeta de Mafalda en la que "descubren" que si te despistas no eres tú quien cambia la vida, sino que ésta te cambia a ti.

Me encanta ver que tienes las ideas tan claras y me alegro muchísimo de que nadie te haga callar. Nunca.

Forgiven Princess dijo...

Bira:
Yo me alegro de que no intenten acallarme muy a menudo... O morirán. xD

Un besazo!