7.12.08

Tanto...


Un puño en alto mientras salía de la cárcel. Desde unos barrotes un grito de una persona que se ha vuelto gris para que la confundan con la pared: ¡Viva la República!

uan sabía que era su fin. Sabía que en una hora volvería a aquel sitio en el que llevaba mucho tiempo. Su primera venida al mundo había sido tan distinta... Revolucionó su época, y si bien la Iglesia lo condenó a confinamiento en su casa, había seguido creando hasta morir con 78 años.


Y ahora, ¿qué? Moriría con 17, en una guerra sin sentido, en la imposición de lo que nadie debería desear: cortarían las alas de la libertad. Se alzaba un caudillo, un dictador... No. Se alzaba un hijo de puta. Un grandísimo hijo de puta.

Y él... ¿Qué pintaba él? Deseaba haber hecho caso a su madre. Deseaba haber cogido aquel barco a las américas, deseaba haber probado suerte en aquel nuevo continente, decadente pero libre. Pero ella... Oh, ella... Por ella se habría atado al mismísimo infierno si lo pidiese.

Tanto la amaba... Tanto... ¿Por qué tuvo que morir? Un maldito soldado del Bando Nacional y sus colegas la violaron y le pegaron lo indecible, y la muchacha se dejó morir de pena. Aquella era la única razón de su guerra. Aquella era la razón por la que cada mañana se había levantado, se había tomado el nímio rancho que le daban, y se había metido en la trinchera.

Hasta que les vio.
Y salió de la trinchera, y empuñó su arma como un verdadero héroe. Y mató de un solo disparo al soldado que le arrebató a su amor, y consiguió herir a dos más... Entonces fue cuando le atraparon.

Su estancia en aquella cárcel oscura, húmeda y mohosa había sido corta, unos 12 días después de su captura se halló a sí mismo en la parte trasera del vehículo de la condena, sabía que jamás nadie regresaría ahí, tan solo irían, tan solo era un camino hacia la muerte...

Y no tenía miedo. Después, no sabía que habría después. No sabía siquiera si habría algo de nuevo. Tan solo sabía que allí, en aquel lugar al que fue una vez y del que no deseó ser arrancado, estaría ella.

Y con aquel pensamiento, bajó del camión y no le temblaron las piernas.
Esperando la muerte en la fila, gritó por la República, y gritó por Amanda.

Aquél mismo grito se escuchaba en el otoño entre las hojas agitadas por el viento de un gran y robusto tilo.


Forgiven Princess

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No perdió la dignidad, pero hace falta mucho tiempo y mucho autocontrol para no perder la ganas de venganza.

Saludos.

MIGUEL

Lara Vergara dijo...

Tantas y tantas historias destrozadas en una guerra por la cual hoy día siguen sin pedir perdón... Y que lo "políticamente correcto" sea decir que todo el mundo tuvo la culpa...mandan cojones.
Un pequeño apunte: el Frente Popular era la coalición de izquierdas que gobernó en España desde 1936 hasta el final de la Guerra Civil. Creo que cuando hablas del soldado que violó a la chica, te quieres referir al Bando Nacional, ¿no?

Un beso.
Lara.

Forgiven Princess dijo...

Miguel:
Hace, hace...
Un besote!

Lara V.:
En serio te digo que desde ayer estoy ida... OMFG, Frente Popular con Bando Nacional... En qué coño estaría yo pensando.
Gracias :D
Besos!

Anwar dijo...

Pásate por mi blog que has sido premiada:

http://cinemaworldycomics.blogspot.com/2008/12/va-de-premios-estoy-que-los-regalo.html

Saludos

JavierSanBernat dijo...

Por el mero hecho de saber morir, ya se convirtio en un gran hombre, lo triste es haberlo tenido que hacer en algo con tanto sin sentido como es una guerra, que descanse en paz y que sigan las primaveras adornando con flores el lugar donde reposa.

Forgiven Princess dijo...

Anwar:
Muchas gracias ^^
Ahora paso, qué despiste soy... Mare meua :/
Un besote!

Javier:
Lo triste es que como él, hubieron muchos, todos ellos anónimos... Qué triste.
Un beso.

BIRA dijo...

Cuánto dolor para tanta gente. Ojalá jamás vuelvan esos tiempos a nuestro país, y ojalá los protagonistas de historias como esta, o similares, de otros países, de otras guerras, puedan tener un final feliz.