Prosigo con mi relato delirante del camino.
Tras ciertas paradas para acudir a la llamada de la naturaleza y/o hacer fotos, seguíamos por ahí caminando (que en Galicia no se anda, se camina). Ibamos MUERTAS, por la falta de costumbre. Nos internamos en un bosquecillo, y al salir empezó un tramo por carretera.
Soberana mierda de tramo, por lo fatalmente señalizado que estaba, y por el rompepiernas de asfalto. Después nos volvimos a internar en la floresta, aunque dimos un rodeo de 500 metros para avanzar 100, pero bueno, ''es lo bonito del camino''[una m*****, que casi nos dejamos la piel literalmente en los zarzales].
Oh, yeah, ¿qué creéis? ¿que es un caminito de rosas? Ojalá, aunque tuvieran las espinas, ojalá. Bueno, nosotras seguimos, hambrientas, porque mi madre se empeñó en que robar está mal, y no nos dejaba coger una mísera manzana ni una pera ni nada. Con el hambre que tenía yo. Descubrí que TODOS los perros de Galicia me ladran. No sé qué les he hecho, pero me ladran.
Y cruzamos un pueblecito, preguntamos a ''los expertos en geografía'' [léase con voz rollo dios de la montaña, reverberación incluida], úsease, a los abuelos que rondaban por allí. Ya os pondré un día la clasificación de los expertos. Bueno, cómo no, toooodo está a un km más o menos. Claro, no es un km normal, no... Es un km gallego. Equivalente a 2 o 3 normales.
Bueno, llegamos tras ''un km'' al bar en el que almorzamos. Después de alargar la parada con todas las excusas posibles, comenzamos a ir a O Porriño (sí, es de gilipollas ir en tren a Tui y volver andando a O Porriño... pero bueno, no todo lo que es de gilipollas lo hacen solo ellos...), pasando dos polígonos industriales que juraría son igual de grandes que mi pueblo. Cagándome en el inventor de las carreteras, de la lujuria presente en todos los putos camioneros del mundo, y en el que les dio una bocina para demostrarla, continué hacia el dichoso pueblo.
En esta foto se puede observar como le digo a mi madre: ¡Y para qué hostias nos haces la foto al lado de un pilar de hormigón! ¡Es que no ves que es igual que los de allí! (Diox, qué cara de maríamadalena tengo ahí!).
Claro, está la flechita... La flechita de los cojones que llevaba tiempo sin aparecer...
Y seguimos por la entrada del pueblo. Aquello parecía Ciudad Sin Ley, porque tiene delito que en más de 3 km de carretera no hubiese ni un jodido paso de cebra. NI UNO. Así que nos jugábamos la vida, con los pies jodiendo y las mochilas cargadas. Preguntamos en una panadería, y claro, estábamos a un km del albergue... Que luego se tradujo en 5.
Nos encontramos a un cartero, más majo que las pesetas rubias, que nos acompañó un trocito. Después una señora también nos acompañó otro trozo, y después nos orientó como el culo, pero con buena intención. La iglesia del pueblo estaba desierta, así que nos fuimos al albergue, pivotando, porque ya no andábamos, no podíamos.
Y así, pivotando, alcanzamos el albergue. Llegamos, y no había nadie. Así que nos fuimos a las duchas... Y madre mía, qué descojone. Aquello era querer y no poder. A ver, os explico.
Cuando haces el camino, sí o sí llevas un calzado cómodo para descansar de las botas. Dicho calzado, en verano, se traduce en chanclas por antonomasia. Chanclas de goma, de las de la playa. También, por higiene, un@ se ducha con chanclas, porque no es plan, que aunque está todo MUY limpio, siempre da reparo no hacerlo.
Tuvimos un problema. Mi madre llevaba unas chanclas de ''arreglarse'', y las de goma para la ducha. Yo no llevo chanclas nunca para salir, que si necesitas correr no se pué, así que me llevé las chanclas de la playa y punto. Y claro, si me duchaba con ellas, las iba a llevar mojadas más tarde. Así pues, decidimos ducharnos por turnos con las chanclas de mi madre. Hasta ahí, puede ser correcto... Pero que tu madre use un 37, tú un 41, y tengas que usar sus chanclas... Es querer y no poder, os lo digo yo.
Bueeeno, tras la escaramuza de la ducha, subimos a la habitación, para coger las cosas y dejar lo del baño. Había una señora por allí, en la otra punta de la habitación.
Nos fuimos a comer, ''sopa de babas''... No literalmente, claro. Yo pedí sopa de primero, y mi madre y mi hermana otras cosas. Y bueno... En Galicia hacen DEMASIADO la pasta. Y digo DEMASIADO en mayúsculas porque la pasta parecía baba, os lo juro. Era como comer escupitajos. Estaba buena, pero escupitajos. Ahí descubrimos que en Galicia no tienen nada que envidiar a los vascos en cuanto a gigarraciones de comida se refiere... Porque menudo hartón de comer, oiga. Volvimos pivotando al albergue, a dormir una siestecilla. A las 6 y media nos levantamos, y acababan de llegar dos alemanes. (De toda esta secuencia temporal no hay fotos, estabamos apagadas o fuera de cobertura para todo aquello que generara gestos innecesarios para la supervivencia).
Nos fuimos a rondar el pueblo, a tomar unas ''cocacolas'' y a ver aquello... A hacer tiempo para cenar, sí. Bueno, eso... Me ''ferié'' un colgante para el móvil con el casco que Vale lucía hace unas temporadas... :3!
La cena... Sin comentarios, en Galicia pedir salchichas y te ponen frankfurt... Qué delito, por dior. Y después llegó la noche, y con ella los cuchicheos normales para dos adolescentes de 16 años. Bueno, pues nosotras tan tranquilas, y se nos acerca la señora que antes os mencioné.
-Oigan, si no van a pará digánmelo, que prendo lah lushes y me coho mi moshila y me marsho.
Nos disculpamos, y yo pensé ''¿qué cojones hace la anciana esta pegando la oreja que nos oye?'', pero bueno, paramos. A eso de las 4 me llamó el Sr. Roca para que le hiciera una visita, y como dormía en la litera de arriba, bajé silenciosa cual alumno con chuletas, y cuando mis pies casi alcanzaban el suelo me di cuenta de que el saco se pegó a mí, y por tanto cayó estrepitosamente. Esto no sería así, pensaréis, porque el saco es tela con relleno.
Ya, pero mi móvil, la bola del colgante del móvil, el mp4 y el libro no los son, así que hicieron todo el ruido que podían y un poco más. Y ya salí por patas al baño, porque pensaba que la argentina vendría a por mí, a decirme que prendía las lushes y se marshaba, pero no. Después percibí que el alemán roncaba como tractor en marcha, y ya no pude dormir tranquila.
A las 7 de la mañana nos levantamos, y silenciosas cual ladrón profesional, cogimos nuestros bártulos y nos salimos afuera a recoger las mochilas. Hacía fresco, pero sabíamos que más adelante haría un calor de 3 pares de cojones, así pues, nos colocamos el pantalón corto que llevaríamos el resto del viaje para andar (convenientemente lavado, claro).
Nos fuimos a una cafetería que había cerca del río a desayunar, y me quedé embobada mirando a una señora que practicaba un truco de magia al otro lado de la barra.
Y, por hoy, lo dejo. Ñaaa :3 (Al final por la noche tampoco fotos, que si no la argentina prendía las lushes...).
Forgiven Princess
5 comentarios:
jajaja, qué gracia le pones, y qué puntito de mala leshe también, eh! Lo de las chanclas es para escojonarse en tiempos, pero ciertamente, mejor con unas que te queden pequeñas que sin ellas, que aunque esté limpio, vete a saber quién ha pasado antes por ahí.
No sé qué dirá Iago cuando lea ciertos comentarios de su tierra, eh! Qué dios te pille confesada!
Buen finde, princesa!
Bira:
Cuando has andado 140 km... Al relato, sí o sí, le pones mala leche xDDD
Naaaah, Iago no me da miedo, con lo de la pasta se sobre entiende que me refiero a los restaurantes y demás, y lo de las gigarraciones es un punto a su favor, :3
Buen finde para ti también, guapa!
jajajaja....me hizo reír tu relato, tiene mucha chispa. y eso de "descubrí que todos los perros de Galicia me ladran. No sé qué les he hecho, pero me ladran."....muy gracioso.
te digo que caminaron tanto, que hasta yo me cansé...y te digo más.....me dio muuuucha hambre, voy a ver que hay en la heladera.
saludos!
Claro, cari.... yo no me meto, son tus experiencias. Eso si, te diré que en Galicia coger la fruta que de los arboles que salen al camino no es robar, es lo lógico. Están ahi para que los coma todo el mundo.
de lo demásno me hago responsable, jajaj Los camioneros salidos serían de todas partes, y hacer el camino no es como tu dices un "camino de rosas". En Galicia se come mucho y se come bien en general, la pasta pues nuse, yo nunca he tomado esa sopa asi, salvo en los restaurantes japoneses mas bien....
En fin, espero impaciente saber si cumpliste con todos los requisitos y llegaste a Santiago y ahora eres mas virgen y mas pura, jaja
Bezos
Manu:
Jejeje. Gracias.... Ahora que lo dices, yo también tengo hambre... Voy a gritarle a mi hermana que haga la cena!!
Besos!
Iago:
Jo, habérmelo dicho antes! x3!
Jejejeje. Sí, hay en todos lados, aquí más que en ningún sitio jeje. Se come muuuy bien, excepto la pasta xp...Jeje
Sí, ahora concentraré el resto del viaje en un par de post, que estoy más vaga últimamente... Jeje
Bezos!
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