8.8.08

En el balcón...


La luna estaba en cuarto creciente aquella noche. Una ligera brisa jugueteaba con los habitantes de aquella ciudad que tenía un río de porquería. En el tercero de un bloque de pisos, una familia vive sin alteraciones drásticas en su semirrutinaria vida.

En un pequeño cuarto, con estrellas en el techo, y flores en las paredes, y montañas de apuntes de arte por todos sitios, encontrarían casi con seguridad a Geles estudiando en el pequeño escritorio. Su ordenador estaba cargado de obras de arte, y de trabajos, y de apuntes.

Ya hacía tiempo que había dejado atrás las noches en las que dormía más de 4 horas del tirón. Estaba cansada, pero desde su balcón podía dejarse llevar, evadirse. Y en noches como esa, Geles salía al balcón, y dejaba que la brisa la despejase un poco.

Siempre tan concentrada, siempre estudiando para superarse. Y allí, bajo el inmenso universo que se abría ante sus ojos, se daba cuenta inconscientemente de qué pequeña y fugaz sería su existencia en aquel gigantesco todo.

Bajo las estrellas, buscaba algunas formas divertidas entre ellas, o percibía el suave olor de las flores que adornaban el balcón. Si miraba hacia abajo veía el parque, los niños corriendo, las madres hablando... Más allá el estadio de fútbol local.

Odiaba los domingos. En parte porque nunca sabía qué hacer, en parte por el estruendoso ruido de los partidos.


Y allí, mientras la brisa agitaba sus cabellos, cayó en los brazos de Morfeo, por primera vez en mucho tiempo, y pudo descansar y recuperar el sueño perdido.

Forgiven Princess

P.D. Este relato está dedicado a ''mi primera fan'', que desde que tengo uso de razón, me dice que escriba, que nunca deje de escribir.

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