23.3.11


Mi mirada nunca ha estado muy centrada. Siempre fui bastante soñadora, y mi interés por las nubes (metafóricas o no) forma parte de mi personalidad sin duda alguna. Sin embargo, últimamente he dejado un poco tiradas a las nubes por pensar en otras cosas. Por imaginarte aquí a mi lado, o por soñar con el día en que al abrir la puerta de casa no me espere el frío y el olor a tabaco mal tapado y mal ventilado que mis compañeras de piso dejan, y en su lugar me encuentre un beso, un abrazo y el olor a rosas frescas.
Me gusta abrazar, y que me abracen, aunque, y tal vez por eso, no lo haga mucho, ni con cualquiera. Para mí un abrazo expresa tanto como una carta, o como un beso apasionado. Y por eso me gusta dormir abrazada a ti, o no, tal vez sea porque soy una persona fría a veces y necesito alguien que me caliente, o que me haga más cálida.
Ven, por favor, y duerme conmigo esta noche. O mejor, no vengas hoy, pero ven el resto de noches de mi vida. Y espérame con rosas, un beso y un abrazo. O sin rosas, o sin beso, o sin rosas y sin beso, pero abrázame.

Forgiven Princess

2 comentarios:

Utopia dijo...

Los abrazos están infravalorados... con lo que molan!:)

Izzie Williams dijo...

Precioso texto, sin duda me he sentido identificada con él. Por ello, necesitaba comentarte.
muy bonito, de veras.
Un saludo!(: